No se puede pasar por el mítico paseo ahumada sin echar una mirada a la variada gama de curiosos personajes que ahí se encuentran, los evangélicos gritando sus prédicas, vendedores callejeros, las rarísimas criaturas que a cierta hora de el día se reúnen en las afueras del Eurocentro, o la serie de mutaciones que reptan por el piso, pero de todos estos engendros, destaca uno, un estático y cobrizo personaje.Se trata de “Súper Royalty” bautizado así por la gente del programa C.Q.C de Mega, quienes lo popularizaron televisivamente al llevarlo hasta el congreso cuando se votaba por la ley al royalty en la minería –de ahí su nombre-, pero este silencioso artista callejero es mucho más que una estatua, es un dulce padre y un devoto esposo. La familia de Danilo, es el motor que cada día lo lleva a convertirse en estatua, una de las últimas que van quedando en el gran Santiago, y por lo mismo vale la pena detenerse un momento al verlo entre la aglomeración típica del centro de nuestra cuidad. Este hombre lucha día a día por su arte y su familia, pero desgraciadamente no está exento de problemas ya que las autoridades municipales le han negado una y otra vez el permiso que se requiere para trabajar en la vía pública, situación que lo ha llevado a recibir innumerables multas, en conjunto con otras complicaciones.
Su caso nos pareció muy interesante ya que es un ejemplo que representa a gente humilde, que con originalidad y esfuerzo se gana la vida de manera honrada, guiado por una admirable vocación de artista, un verdadero ejemplo a seguir que desgraciadamente, en vez de recibir apoyo de las autoridades, recibe más complicaciones de las que ya posee, esto sucede a pesar de que este gran hombre se ha convertido en un verdadero ícono de el centro de Santiago, y un gran personaje de la cultura popular.
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